viernes, 2 de febrero de 2018

CONSUMO PROBLEMÁTICO DE SUSTANCIAS

El consumo problemático de sustancias es uno de los emergentes con mayor relevancia de nuestra época. Por lo extendido del fenómeno a todos los grupos de la sociedad, por su interpelación a todos los sectores e instituciones sociales, por las consecuencias devastadoras y los efectos desestructurantes que genera tanto a nivel individual como a nivel del lazo social y, sobre todo, por ser los niños y adolescentes quienes se encuentran en posición de mayor vulnerabilidad. Comprendida desde la perspectiva de la complejidad, se la concibe como una problemática integral, lo que implica considerar la diversidad de aristas y pliegues que la componen, saliendo de reduccionismos, miradas sesgadas e incompletas y monopolios disciplinares. Por ende, exige un abordaje interdisciplinario, intersectorial e intergubernamental, comprometiendo a todas las esferas sociales, de gobierno y del saber. 

Para entender esta complejidad, es necesario destacar que existen distintos niveles de consumo de acuerdo con el vínculo que establece la persona con la sustancia:

• Uso: El consumo de alguna droga es un hecho que nos incluye a todos: cuando tomamos alguna infusión como, por ejemplo, té, café , mate; cuando tomamos algún medicamento necesario para un tratamiento o cuando tomamos alguna copa de una bebida que tiene alcohol. El uso se define por ser de característica esporádica y ocasional.
 
• Abuso: Este tipo de vínculo con las sustancias se caracteriza por la intencionalidad del consumo. Se configura un hábito de consumo que está situado en tiempo y lugar y que persigue un fin o está justificado por el usuario. Ejemplos de esto son aquellos que toman algunas copas para animarse en determinados contextos sociales; o el consumo de bebidas energizantes porque “te ponen pilas”; o, el muy común entre los adultos, no poder conciliar el sueño sin tomar alguna pastilla, en general ansiolíticos. Por último, es necesario aclarar que, en muchos casos, un sujeto hace abuso de una sustancia sin tener conciencia de ello.

• Adicción: Este vínculo está relacionado con la compulsión a la ingesta de determinada sustancia, cuando se vive para el consumo, cuando existe una dependencia física y/o psíquica, y es una necesidad indispensable para vivir o, mejor dicho, para evitar el padecimiento de su ausencia. Este padecimiento tiene que ver con el síndrome de abstinencia, que es un conjunto de trastornos psíquicos y físicos que surgen en el sujeto adicto cuando se interrumpe la ingesta de determinada sustancia. En estos casos, todas las áreas vitales del sujeto están afectadas: física, psíquica, familiar, laboral-profesional.
Estos niveles de consumo que se establecen en relación con el vínculo que el sujeto establece con el consumo no son pasos que se recorran necesariamente, ya que quien usa determinada droga no va a establecer inevitablemente con ella una vinculación encuadrada en el abuso ni tampoco una adicción. Aunque es válido decir que quien padece una adicción a una droga primero fue usuario y luego hizo abuso de ella. 

Por ello cuando pensamos en la complejidad del abordaje del consumo problemático de sustancias tenemos que comenzar por poner en suspenso el significado social que se utiliza para nombrar a aquel que consume una droga ilegal: adicto o drogadictoNo todo aquel que consume una droga de esta clase es un adicto; tal cual vimos, hay diferentes formas de vincularse con las sustancia y no todas ellas tienen las características de la adicción. De la misma manera, casi como el anverso de la otra, no todo consumo de drogas legales tiene que ver con la salud, el placer y el buen vivir. Se pueden establecer relaciones con estas sustancias de características adictivas (al tabaco, al alcohol, a los psicofármacos).

En conclusión, para considerar que un consumo es nocivo para alguien, lo primero que hay que analizar es qué tipo de vínculo establece el sujeto con la sustancia. 


El problema del consumo no es un tema de la droga o sustancia en sí, es un problema de la persona que consume determinada sustancia en un momento particular de su vida y en un entorno específico.

Entonces, ponemos en relación estos tres términos: sustancia, persona y contexto. En la complejidad del consumo problemático de sustancias, debemos tener en cuenta cuatro factores que necesariamente se articulan en la configuración del problema:

Qué se consume: Nos lleva a preguntarnos acerca de la procedencia de la sustancia, su calidad, pureza y grado de nocividad, su estatuto legal.

Quién la consume: Nos remite al conocimiento del sujeto y sus circunstancias: edad, género, posición en la estructura social y, sobre todo, el sentido y el lugar que tiene el consumo en su historia singular.

Cómo se consume: Implica indagar la dosis, la frecuencia de consumo, la vía de administración, la motivación.

Cómo y cuándo se consume: Requiere pensar en los escenarios del consumo; no es lo mismo consumir solo que acompañado, es necesario diferenciar si un consumo está relacionado con cierta forma de encuentro y circulación social en los grupos de pertenencia (por ejemplo, la previa de los adolescentes o el consumo de alcohol por parte de adultos en contextos festivos) o si se da por fuera de una relación con otros (en soledad, tienen preeminencia para la persona los efectos que produce la sustancia en el organismo). También será necesario tener en cuenta si es en el ámbito público o privado. Las leyes, las normas y valores, el contexto social y económico operan claramente sobre este factor.

Ahora bien, si una persona está padeciendo física, psíquica y socialmente por el consumo de determinada sustancia, vamos a hablar de uso problemático de drogas.



El uso de una sustancia puede ser problemático para una persona cuando el mismo afecta negativamente -en forma ocasional o crónica- a una o más áreas de la persona, como por ejemplo:
  • su salud física o mental;
  • sus relaciones sociales primarias (familia, pareja, amigos);
  • sus relaciones sociales secundarias (trabajo, estudio); y 
  • sus relaciones con la ley.



Los consumos problemáticos de sustancias pueden ser de tres tipos:

• Las intoxicaciones agudas: Las personas que pueden padecer una intoxicación aguda no necesariamente son consumidoras de sustancias habitualmente. En este grupo podemos encontrar los llamados consumos episódicos excesivos, generalmente de alcohol. Un ejemplo de esto son las intoxicaciones que se dan en la población juvenil, principalmente los fines de semana y en el marco de lo que socialmente ya se reconoce como "la previa". Se producen situaciones de riesgo para la salud sin que esté presente la adicción.

• Los usos regulares crónicos: Aquí ubicamos a aquellos que consumen sustancias habitualmente. La frecuencia del consumo es suficiente como para suscitar problemas de salud psicofísica o en las relaciones con los otros.

• Las adicciones:
Son consumos problemáticos que interfieren claramente en la vida de quien los padece. La dificultad radica, más allá del deterioro físico que pueden producir, en el deterioro de todas las áreas de su vida ya que interfiere en sus relaciones sociales primarias y secundarias. Al tener casi como único interés el consumo de sustancias, al sujeto le resulta imposible llevar adelante un proyecto de vida familiar, laboral-profesional, social. 

Las adicciones son siempre consumos problemáticos, su potencial de deterioro psicofísico y social es muy importante. Requieren una intervención profesional interdisciplinaria que recupere a quien las padece en todas las áreas comprometidas. Son necesarias la atención médico-psicológica y la recuperación de espacios sociales, profesionales, productivos. 

Por su complejidad, es imposible hablar del motivo del consumo problemático de sustancias y, sobre todo, específicamente el de las adicciones. Sino mas bien podemos hablar de factores predisponentes y desencadenantes.  Vamos a ver que estos factores se ubican sobre el eje sujeto-contexto.

Entre los factores predisponentes encontramos:

• Factores macrosociales: Falta de oportunidades, desigualdad social, indiferencia institucional, valores sociales de exaltación del consumo, del éxito, por citar algunos de ellos.

• Factores microsociales: Aquí podemos ubicar dificultades en los vínculos familiares, con los otros, sus pares, violencia, maltrato, abuso, falta de pautas y límites claros, entre otros.

• Factores individuales: Posicionamiento subjetivo enmarcado en una historia familiar, en su relación temprana con los adultos significativos (padre, madre, familia, etc.), su lugar en relación con los otros familiares. Una historia que se empieza a constituir desde la infancia.

Los factores desencadenantes tienen que ver con hechos de coyuntura que pueden haber tenido fuerte impacto afectivo en la vida de la persona. La pérdida de un ser querido, cambios de vida y momentos de incertidumbre, un momento importante de angustia, etc. Son momentos específicos en la vida que tienen una gran carga emocional y que pueden provocar un gran desajuste en la economía psíquica de una persona.

Utilizar la expresión “consumo problemático de sustancias”, y particularmente adicción, en su dimensión psicosocial posibilita correr el eje del objeto droga e incluir, en el análisis y atención, la situación problema para alguien en algún momento de su vida tomando en cuenta sus circunstancias sociales. 

No es la legalidad o ilegalidad de la droga la que produce el daño y el padecimiento subjetivo, sino la vinculación que la persona tiene con ella, por ello el consumo problemático nos permite un abordaje integral que centrará su intervención no solo en la sustancia, sino también en quien la consume y en las condiciones sociales en las que esa persona se encuentra.

PARA RECORDAR:

¿Qué es el consumo problemático?  

Cualquier conducta que no podés controlar y que afecta tu salud física, síquica o tus relaciones sociales. Son consumos problemáticos: el alcohol, el tabaco, las drogas, el juego, la tecnología, las compras, la alimentación o cualquier otro consumo compulsivo, es decir, fuera de tu control. 






PREVENCION  Y CONSUMO PROBLEMÁTICO DE SUSTANCIAS:


Podemos definir a la prevención de adicciones como: “el conjunto

de esfuerzos que una comunidad pone en marcha para reducir de

forma razonable la probabilidad de que en su seno aparezcan

problemas relacionados con el consumo de drogas”.



Al tratarse de la prevención, se pone el acento en la idea del 

consumo problemático y no en la de adicción. Adicción se refiere

a una categoría psicopatológica  y el consumo no se reduce a eso.


Toda adicción es consumo problemático pero no todo consumo

es  adicción.

El problema del consumo de sustancias es multicausal, es una

cuestión social y sanitaria atravesada por intereses económicos, es

decir, importa más el comportamiento de búsqueda, que la

sustancia en sí.



PARA SEGUIR REFLEXIONANDO TE PROPONEMOS:

Uso, abuso y adicción: ¿Cuándo un consumo es problemático?





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