Este post surge como una respuesta a disipar dudas planteadas en nuestros talleres.
MITO: El alcohol te dá energía.
REALIDAD: No.
Es un depresor del sistema nervioso. Reduce la capacidad de realizar cualquier actividad.
MITO: Beber sólo cerveza no produce ningún problema porque tiene poca graduación alcohólica.
REALIDAD: Lo importante es el número de UBE que se consuman. El alcohol que contiene 1 lata de cerveza es igual a 1 vaso de vino.
La Unidad de Bebida Estándar o U.B.E. equivale a 10 gramos de alcohol. Un hígado sano puede metabolizar una UBE cada hora y cuarto u hora y media.
La Alcoholemia (gramos de alcohol por litro de sangre) aumenta en relación con el volumen de alcohol ingerido y según la graduación de la bebida.
¿Qué es la graduación de la bebida? La graduación de una bebida es el porcentaje de alcohol puro que contiene ésta, es decir, su concentración por 100 ml. Ejemplo: una bebida con graduación 42º, contiene 42 ml de alcohol puro por cada 100 ml de bebida.
MITO: Mezclar cerveza, vino y licores emborracha más que beber un solo tipo de bebida alcohólica...
REALIDAD: La alcoholemia es lo que determina lo borracho que uno está. Mezclar bebidas alcohólicas no emborracha más, pero puede provocar más malestar al estómago y mareos al mezclarlas.
MITO: Todo el mundo reacciona igual al alcohol.
REALIDAD: Muchos factores afectan a nuestra reacción ante el alcohol...el peso, la proporción de agua y grasa, la hora del día, el estado de ánimo, la bioquímica del organismo.
MITO: Quien está más acostumbrado a beber, se emborracha menos.
REALIDAD: Quien tiene tolerancia al alcohol no se emborracha menos, sino que muestra menos los efectos de la borrachera...Sin embargo, igualmente se emborracha y sufre los efectos apatía, pérdida de coordinación y reflejos.
MITO: Una ducha fría o un café bien cargado te despejan.
REALIDAD: Nada vuelve sobrio de golpe a un ebrio. Se podrá estar más despierto o despejado, pero seguís borracho, porque ni la ducha ni el café disminuyen el alcohol en sangre.
MITO: No es mi problema si uno de mis amigos bebe mucho.
REALIDAD: Uno no puede hacer cambiar a alguien si el otro no quiere, pero no conseguiremos nada si al menos no lo intentamos.
MITO: Lo peor que puede pasar con una borrachera es acabar con una resaca monumental.
REALIDAD: ¡Cuidado! Si tomás bastante alcohol y deprisa podés producir accidentes, sufrir un coma etílico o morir en pocas horas.
MITO: El alcohol ayuda a "ligar" y mejora las relaciones sexuales.
REALIDAD: El alcohol puede producir relajación y hacer a alguien más interesado en el sexo, pero interfiere en la capacidad sexual. Y las consecuencias: los embarazos no deseados, el SIDA, la pérdida o disminución de la respuesta sexual… no son nada atractivos.
MITO: El que bebe demasiado sólo se perjudica a sí mismo.
REALIDAD: El alcohol es la sustancia de mayor consumo en chicos y chicas de 13 a 17 años. Más del 77% de la población al llegar a los 18 años ya consumió alguna bebida alcohólica. El alcohol es la sustancia más consumida entre los jóvenes escolarizados. El 70% de los estudiantes escolarizados a nivel país ha probado alguna vez en su vida. El 62% lo consumió durante el último año. Y el 50% lo hizo durante el último mes. La mitad de los estudiantes que consumieron alcohol lo han hecho en forma riesgosa. La mayoría de los adolescentes de 12 a 17 años manifiesta una frecuencia de consumo de una vez al mes o menos.
MITO: Beber alcohol durante la resaca, la mejora.
REALIDAD: En realidad la agrava ya que es la misma sustancia que produjo la intoxicación.
MITO: Con un chicle en la boca, o soplando de determinada manera, se engaña el alcoholímetro.
REALIDAD: Estos métodos no funcionan porque el alcoholímetro mide igualmente el alcohol, aunque haya otras sustancias. Además, si la policía entiende que alguien está intentando realizar incorrectamente la prueba... puede considerar que está cometiendo una falta muy grave (negarse a hacer la prueba).
MITO: Se puede eliminar más rápidamente el alcohol del cuerpo haciendo ejercicio o vomitando.
REALIDAD: Por estas vías se expulsa menos de un 2% de alcohol, insuficiente para afectar al nivel de alcoholemia o a la borrachera.
MITO: Tomar dos cucharadas de aceite hace que el alcohol no siente tan mal.
REALIDAD: Este método sólo recubre una mínima parte del estómago y permite el paso del alcohol, ya que el aceite es líquido.
MITO: El agua tónica, los antiácidos y otras sustancias que protegen al estómago afectan al alcohol.
REALIDAD: Aunque puedan reducir el malestar provocado por la mezcla de sabores o por el vómito, no afectan al nivel de alcoholemia ni hacen recuperar antes la sobriedad.
MITO: Ciertas sustancias estimulantes hacen que se pase la borrachera.
REALIDAD: Pueden despejar momentáneamente, pero como no eliminan ni metabolizan el alcohol, seguimos teniendo el mismo nivel de alcoholemia y los efectos del alcohol permanecen. Además, la mezcla de algunas sustancias con el alcohol producen terceros efectos que pueden provocar daños al hígado e incluso la muerte.
MITO: Dejar de beber antes de conducir un vehículo es un hábito saludable.
REALIDAD: Dejar de beber cuando se acerca la hora de conducir es una práctica habitual entre los jóvenes y un hábito peligroso, de modo que la conducción alcoholizada es un factor determinante y/o concurrente de enorme peso en la siniestralidad vial.
DESMITIFICAR EL ALCOHOL AYUDA A DESNATURALIZAR SU CONSUMO PROBLEMÁTICO. Y ADEMÁS ES UNA BUENA ESTRATEGIA PREVENTIVA.
¡HOY PUEDE SER UN GRAN DIA PARA EMPEZAR!
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