lunes, 10 de octubre de 2022

ADOLESCENCIA Y PREVIAS II


La postal es conocida. Viernes o sábado a la noche y el momento previo a la salida transcurre en grupo y en cualquier casa de familia. Tan conocida y naturalizada es la postal que, de un tiempo a esta parte, la famosa “previa” pasó de ser el preámbulo del boliche a convertirse en un programa en sí. 
Y dentro de ese programa, aceptado por muchos padres, el protagonista ya no es sólo el alcohol, factor estrella de estas reuniones, sino también una modalidad de consumo que preocupa a los especialistas y se cobra víctimas cada vez más jóvenes: el policonsumo.
La inquietud se vuelve alarma si se tiene en cuenta la enorme cantidad de casos de intoxicaciones agudas por el uso recreativo de drogas y alcohol. 
Si bien los datos oficiales suelen escasear en este tema, distintos estudios encarados en el último tiempo por entidades académicas y organizaciones de la sociedad civil confirman el drama: los chicos no sólo consumen más alcohol, sino que lo hacen mezclando drogas ilícitas. ¿El principal combo? Los expertos no tienen duda: cerveza, fernet y marihuana, aunque cada vez más se observan intoxicaciones que esconden la ingesta de drogas sintéticas.


Durante una mesa de trabajo preventiva comunitaria el propietario de un boliche me contaba hasta qué punto cambió la situación: “Si bien siempre hubo gente que tomó cocaína en los baños o intentó fumar un porro adentro del local, ahora lo hacen como si estuviera todo bien. Cuando les mandás a los de seguridad para que los saquen, se muestran sorprendidos. Te dicen: ¿Cómo?¿No se podía fumar acá?”.
Según un informe de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires casi el 70% de los jóvenes de entre 12 y 17 años consume alcohol. Esta problemática es un fenómeno mundial, pero las cifras locales son altamente alarmantes; desde nuestro relevamiento detectamos que más del 70% de los jóvenes admite consumir alcohol en niveles problemáticos y el inicio de la edad de consumo es de 12 años.
El estudio, realizado en base a una muestra de 500 menores de 17 años, solicitó información acerca de la denominada “previa” que realizan los jóvenes antes de salir a fiestas o boliches y dio cuenta de que el 70% de los adolescentes consumió alcohol en el último mes, mientras que el 30% restante no lo hizo.
Del total de adolescentes que ingirieron alcohol, el 40% lo hizo durante los fines de semana y 4 de cada 10 “mezclaron” diferentes bebidas.
Una situación preocupante es el hecho de que la ingesta previa a las salidas nocturnas se realizaba en los propios hogares o en hogares de amigos, y esto debe de maximizar nuestro rol de padres e involucrarnos. Hay que tener en cuenta que el 70% hace la previa en las casas propias y un 13% en las de amigos.
Asimismo si bien persisten las sustancias tradicionales, en los últimos años han surgido nuevas sustancias psicoactivas, lo que conlleva un riesgo mayor vinculado al policonsumo.





Y al hablar de policonsumo, no se puede pasar por alto la presencia cada vez más fuerte de las drogas de diseño en todas sus variantes: Éxtasis, Crystal, Eva, Molly, Glass, Equis, Adán, Rola, Pasti, Picapiedra, Keta, Pepa. 

Tengan el nombre que tengan, las drogas sintéticas parecen avanzar a pasos agigantados en nuestro medio y hacer estragos en la salud de los chicos. 
Así, al menos, se desprende de los últimos informes oficiales realizados en suelo bonaerense, según los cuales el consumo de Éxtasis -una de las sustancias de diseño más populares entre los jóvenes- creció 1200% en apenas una década.
El dato, difundido por la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), deja al descubierto otra realidad escalofriante: con la escalada en el consumo y su puesta a punto en las previas adolescentes, los casos de chicos hospitalizados con aneurismas, arritmias, infartos e intoxicaciones también se hicieron frecuente en las guardias de los hospitales bonaerenses.
Si hasta hace unos años hablar de las “previas” era referirse a aquellas materias que quedaban pendientes de un año a otro, hoy ningún alumno del secundario confundiría tal expresión con algo que tenga que ver ni remotamente con la escuela. Hasta ese punto parece haberse naturalizado entre los adolescentes la costumbre de reunirse a tomar alcohol antes de salir a disfrutar de la noche del fin semana.
Motivo de alarma para muchos adultos, las “previas” son una práctica tan instalada entre los adolescentes de esta época que en general ni siquiera las cuestionan o se detienen a reflexionar sobre ellas. Las ven más bien como una costumbre que existía antes de que ellos la adoptaran y que de algún modo “todo el mundo” practica; si no con el consentimiento de los padres, al menos con “la vista gorda” de algunos.
Para algunos padres adultescentes, "las previas" pueden ser una buena excusa para tener un control que de otra manera sería imposible. "Es cierto que no podemos saber todo -sostienen-, pero acompañar a los chicos en ese pasaje que representa la adolescencia y sus primeras incursiones con el alcohol nos parece fundamental".
Parte de lo que dicen estos padres encuentra eco en las estadísticas, las cuales en su mayoría echan luz sobre la escalada del consumo. El Observatorio Argentino de Drogas, por caso, detectó que el número de menores que consumen bebidas perjudiciales para su salud y su comportamiento, en la etapa de la adolescencia (de 12 a 17 años), alcanzaba en 2010 al 21,4% de la población de esa edad. En la encuesta realizada en 2017 aumentó al 34,7%.
Una mamá me  lo cuenta sin porcentajes y de manera cruda: “me tocó ir a buscar a la más grande a un bar y lo que vi me horrorizó. Pibes súper agresivos y chicas vomitando y sin saber siquiera dónde estaban, un desastre. Qué se yo. Dentro de todo las previas que hacen en casa me parecen mucho más sanas...

El rol adulto en las previas
Tolerancia cero: muchos padres prohíben lisa y llanamente el consumo de alcohol en los menores de edad.
Moderados: otros prefieren que el consumo se dé bajo la mirada de un adulto, para acompañar así a los hijos en esa exploración. Aquí, hay distintas miradas sobre la edad de inicio de consumo aceptada: 15, 16 o 17 años.
Ausentes: en muchas juntadas, el alcohol está presente sin ninguna vigilancia ni control por parte de adultos. Aquí es donde aparece fuerte el policonsumo.

ES UN BUEN EJERCICIO PREVENTIVO REPENSAR NUESTRO ROL COMO ADULTOS EN LAS "PREVIAS" DE NUESTROS HIJOS...

¡HOY PUEDE SER UN GRAN DIA  PARA EMPEZAR!

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